Cuando la cuarentena llega al mar: pescadores viven su peor momento
El rubro no ha recibido ningún tipo de ayuda económica y la venta de sus productos va en caída. Hoy se debería estar celebrando la tradicional y colorida festividad de San Pedro, pero los botes estarán guardados por la pandemia.
Francisca Palma Sc. - La Estrella de Valparaíso
Han sido meses difíciles. Sus queridas redes, la codiciada merluza y el compañerismo al interior de las caletas están en pausa por estos días. Uno que otro bote se ve en el interior del mar y uno que otro comprador llega hasta la Caleta Portales y Membrillo para comprar sus productos.
Momentos duros son los que los pescadores artesanales de nuestra región han tenido que enfrentar durante los últimos meses y eso queda en evidencia al visitar ambos lugares, donde las compras de los porteños en estos sectores se ha disminuido notoriamente.
Pedro Tognio, presidente de los pescadores de Caleta Portales, extraña a sus compañeros y las cocinerías. El olor a mariscos, los gritos para conquistar a los caseros y el frío de la mañana en medio del mar porteño, hoy, es un recuerdo, porque tal como nos explica, muchos han decidido no arriesgarse y respetar la cuarentena.
"Aquí, en la caleta, el 80% de los que trabajan son adultos mayores y el resto es joven, son ellos los que se te atreven a salir a pescar. Si bien tenemos permiso para trabajar, la caleta en sí está cerrada, porque decidimos cuidarnos y estamos luchando contra esto del coronavirus. En general, sólo un par de pescadores salen en el día y hay un sólo bote que es de merluza", nos cuenta Pedro.
Por otro lado, en El Membrillo, las cosas no son tan distintas. Manuel Rojas, presidente del sindicato del lugar, nos explica que pese a los temores, muchos de ellos han decidido seguir trabajando, pero la venta de sus productos ha sido escasa, lo que ha encendido las alarmas en términos económicos.
"Nosotros aquí trabajamos un total de 200 personas y en un principio, cuando se inició el estado de catástrofe, conversamos con los compañeros y decidimos no parar a pesar del riesgo y hoy, con el tema de la cuarentena, no está la misma intensidad, pero seguimos siendo la primera línea productiva porque seguimos trabajando", indica Manuel.
Pese a que en ambos lugares quisieron reinventarse con otras formas de ventas, el resultado no ha sacado cuentas alegres.
"Somos pocos los que hemos estado haciendo delivery, porque hay que tener un poco de logística, contar con un auto particular y dedicarle tiempo a todo eso, además, hay que tener variedad para ofrecerle a la gente y eso es difícil ahora porque no tenemos merluza y la jibia ya está toda vendida", nos expresa el representante de Caleta el Membrillo.
Sin ayuda
En suma a lo anterior, ambos dirigentes expresan su molestia en cuanto a respuestas por parte de las autoridades, ya que, hasta el momento, no han recibido ningún tipo de ayuda.
"A principio de mes, desde la Municipalidad, nos hicieron entrega de cajas de alimentos, pero nada más. No podemos sacar el bono de emergencia, ya que un gran porcentaje de los trabajadores no cumple con los requisitos, tampoco podemos postular a créditos y el 'bono pescador' quedó inconcluso", revela Pedro Tognio.
Un nuevo golpe
Ante un escenario poco alentador, los pescadores recibieron un nuevo golpe esta semana: no podrán celebrar a su patrono San Pedro hoy 29 de junio.
"Lo consensuamos en una reunión con los compañeros de Portales la semana pasada y tomamos la decisión de suspender esta celebración. En un principio, antes de la cuarentena, queríamos hacer una misa, una ceremonia cortita, con todas las medidas, pero con este contexto realmente no se puede hacer nada", señala Manuel Rojas.
Aun así, saben que suspender esta actividad es una buena decisión para cuidarse a ellos mismos y a sus familias, para que de esta manera, puedan volver al trabajo lo antes posible. "Queremos pedir disculpas a nuestro santo patrono, pero tenemos que esperar que esto pase para celebrar en grande, por el momento, hay que cuidarse, cuidar a la gente, él nos entenderá", reflexiona Pedro.