Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso

Daniel Peralta, cineasta nacido en Viña del Mar en 1977, lleva hasta la fecha tres largometrajes: "Mejor no fumes" (2011), "Fiesta falsa" (2013) y "Andrés lee i escribe" (2016), los cuales define como cine garaje, por el uso de recursos limitados y autogestionados. Ahora, en plena pandemia, dirigió el cortometraje "Monstruo herido", que sigue los mismos lineamientos, pero con el pie forzado del confinamiento, y grabado a distancia en Valparaíso, Santiago, Bnos.Aires y Nueva York.

"Fue una gran experiencia filmar y dirigir a distancia -comenta el realizador-.No fue para nada sencillo por la contingencia de esta pandemia, pero quedé muy conforme, todos los problemas técnicos pasan a segundo plano en estas circunstancias".

-¿Qué te motivó a hacer este cortometraje?

-El cómo algunas relaciones personales se iban desmoronando y otras se iban afianzando a través de estas plataformas tecnológicas de comunicación. Eso lo encuentro muy raro, de cierta manera nos requiere estar conectados e intercomunicados más que antes, por el contexto que estamos viviendo. Yo creo que se debe a una cierta supervivencia emocional provocada por la incertidumbre.

-¿Te inspiraste en historias que conoces?

-Claro, como en toda mi filmografía parto de la autobiografía o autorretrato y luego la voy arropando con ficción. Pero trato siempre hablar de lo que conozco.

-¿Cuál fue la principal dificultad del rodaje?

-Dirigir a distancia de manera telemática, fue la mayor dificultad, pero a su vez fue un gran desafío como director, no solo en la dirección con cada actor o actriz, si no también, con la composición de planos (dirigía y daba los apuntes de diálogos por zoom y al mismo tiempo dibujaba los planos en mi libreta, las fotografiaba y se las enviaba por WhatsApp a la actriz o actor). Todo esto lo fuimos descubriendo en conjunto con los ellos y ellas. Fue muy enriquecedor. Por otro lado, como los mismos actores y actrices se grabaron con sus dispositivos móviles en sus respectivas cuarentenas, había muchas diferencias en calidad de imagen y problemas técnicos, que en un principio me hicieron ruido, pero en el transcurso del rodaje, me di cuenta que era lo que menos importaba.

-¿Hubo improvisación en los diálogos o corresponde a un guion muy ensayado?

-No, no hubo mucha improvisación, si bien para mí el guion es una pieza de trabajo que se puede modificar en el rodaje, en esta ocasión se mantuvo casi en su totalidad como se escribió. Solo cambiamos en conjunto algunas palabras escritas y modismos con la actriz de Buenos Aires.

-Más allá de que este cortometraje se circunscribe a la pandemia ¿crees que hay una continuidad temática entre "Monstruo herido" y tus anteriores películas?

Sí. Por supuesto, creo que mantiene una línea similar, se podría decir que solo cambié el número de pincel y expresión del trazo, pero los colores y texturas siguen siendo las mismas. Aunque si cambias el tamaño del pincel cambiará la textura.

-¿El carácter global de esta crisis te motivó a ubicar a la acción en Valparaíso, Santiago, Buenos Aires y Nueva York?

-La contingencia mundial de la pandemia claramente me motivó a que no fuera solo una visión sesgada de Chile. Todos estamos viviendo- con ciertos matices, obvio- esta situación de forma similar, como humanidad completa. Necesitaba otras visiones y otros territorios. Además son ciudades que quiero mucho.

-El cortometraje habla de la soledad y el encierro en pandemia, pero también de incomunicación, temas que sin embargo igual están presente en "normalidad".

-Así es, la soledad y el aislamiento están muy presentes en la vida moderna y contemporánea, a veces también como elección, y que son los o las que ahora pueden manejar de cierta forma mejor este confinamiento obligatorio, pero que sin duda la soledad sin libertad de desplazamiento nos deja en otro estado completamente diferente.

-¿Crees que este cortometraje quedará como un testimonio histórico?

-Eso es lo que me tiene mayormente entusiasmado y satisfecho, que puede llegar a ser un testimonio histórico, de estados emocionales, miedos, incertidumbres, formas de relacionarse, e incluso registrado en dispositivos móviles y plataformas tecnológicas de su tiempo, tal cual se ven los antiguos registros de guerra en el día de hoy, con la tranquilidad que eso ya pasó, pero con el temor de que puede volver a suceder.