En pleno debate por una nueva Constitución es imposible no preguntarnos sobre cómo estos cambios influirían en la vida laboral de las personas y si tendremos nuevos avances en esta materia. Si bien nuestro país ha ratificado en tratados internacionales el derecho al trabajo, en ella sólo se señala "la libertad de trabajo y su protección", por lo que al no ser un derecho como tal ni exigir y fiscalizar su debida protección, trae consecuencias en la vida diaria de las personas.

Experiencias internacionales demuestran que el trabajo sea visto como un derecho permite tener mayores facultades de acción en casos de improvisto cómo esta pandemia, facilita impulsar políticas públicas que distribuyan de mejor forma la fuerza laboral o que se fortalezcan puntos necesarios con la mayor protección posible. Algo que aún no alcanzamos en nuestro país.

Actualmente la Constitución no tiene las suficientes facultades para velar por la protección de una vida laboral digna de todos quienes impulsan el mercado en Chile. Los debates y decisiones que marcarán el futuro del país no deben dejar fuera el área laboral, motor de la economía y desarrollo del país que se ha visto fuertemente afectada durante los últimos meses. Hoy, es tarea de todos velar por mejores condiciones.

María Jesús García-Huidobro

gerente de marketing

de Laborum.com

En la última encuesta Cadem sobre instituciones, la PDI aparece en un segundo lugar luego del Colegio Médico, lo que es altamente destacable, ya que desde 2018 es considerada la institución más creíble y confiable del país, con una valoración positiva promedio de un 80%, y que se repite mes a mes, con una leve variación y refiere a una institución policial que está ya en el corazón de los chilenos.

Todos sabemos que la PDI no tiene unidades en todas las comunas del país, su dotación de 12.000 funcionarios lo hace imposible, y por lo mismo no puede acceder a múltiples requerimientos ciudadanos y de autoridades provinciales y comunales, por lo tanto es necesario ya, que el ejecutivo proponga un aumento sustancial en su dotación, y una forma muy plausible es retomar la formación de Oficiales Policiales Profesionales, es decir, profesionales titulados de universidades, formados como detectives, en tres o cuatro semestres académicos, y que egresen con el grado de Subinspector, ya que el anterior grado de Subcomisario marcaba una gran diferencia con los Oficiales Policiales Profesionales de línea, y que se forman inicialmente en ocho semestres académicos.

Tener una policía altamente reconocida por la ciudadanía es poco habitual, más aún que sus facultades de actuación son tremendamente restrictivas a partir de la creación del Ministerio Público, pero pese a tener las manos atadas, y reducida su iniciativa propia casi a cero, tiene su mayor riqueza en su personal, y por ello su gestión es eficaz y eficiente, si tuviera mayor independencia en su gestión investigativa, desde luego sus resultados serían mucho más positivos, pero ello no depende de la PDI, depende del Ejecutivo y de una modernización y adecuación del sistema procesal chileno.

Alberto Contreras Silva

Prefecto Inspector (R)

PDI

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La pregunta de ayer

Ante las duras críticas expresadas por concejales,

¿ve viable la aprobación del Pladeco de Valparaíso?

¿Comparte la preocupación de los gremios del comercio de Valparaíso y Viña del Mar por las

medidas de seguridad de cara al 18 de octubre?