El sábado fue una jornada nefasta para Marcelo Raya, quien luego de 21 días sin partidos oficiales (por fecha libre y suspensión de otro duelo) dirigió a San Luis frente a Deportes Puerto Montt en la Región De Los Lagos. Y más allá de la dificultad de enfrentar como visitante al equipo de Jorge Aravena, era una ocasión para sumar y comenzar a zafar de la delicada situación de los canarios en el torneo de Primera B.

Pero desde antes que comenzara a rodar el balón iniciaron los problemas para el novato entrenador. En los días previos se supo de la partida del defensor Daniel Vicencio a Palestino, y también de las lesiones de Álvaro Césped, Antonio Estrada y Franco Ortega.

Para colmo, antes que se partiera el pleito, el zaguero Andrés Imperiale quedó descartado por lesión pese a que aparecía en la alineación oficial. Raya tuvo que recurrir al joven Damián González para conformar la dupla de centrales con Ignacio Vásquez. Para rematar los contratiempos, antes que terminara el primer tiempo se lesionó el lateral Douglas Estay y debió ingresar el juvenil Fabrizio Tomarelli, a quien habían incorporado al primer equipo durante la semana pasada.

Con todo, San Luis sacaba el cero a cero hasta los 41 minutos, momento en el cual los sureños abrieron la cuenta -con gol de Cristián López-, lo que les dio pie para desatar toda la artillería sobre el arco de Omar Carabalí en el segundo tiempo con cuatro tantos más.

Perdió conexión

Solo Deportes Valdivia con su campaña y la carga que trae desde la temporada anterior, aferra a San Luis en la categoría. Pero en la previa del duelo, Marcelo Raya no quiso reconocer que el objetivo era, y es, zafar del descenso a Segunda; por el contrario, dijo que la meta era ganar, y tal vez de ahí metiendo una racha, lograr un incierto cupo entre los liguilleros.

Esa misma desconexión experimentó el trasandino tras la goleada del sábado, pues su conferencia de prensa telemática desde Puerto Montt salió entrecortada por problemas de señal. En todo caso, sus explicaciones no convencieron a nadie, y lo único que se esperaba escuchar de él, era que daba un paso al costado, no lo dijo, seguramente esperando de lo que le notificaran sus jefes.

Esa misma noche, el club canario anunció la desvinculación de Raya, quien dejó tras de sí un pobre registro de nueve partidos dirigidos y un solo triunfo, cuando debutó en Temuco. Después solo sumó dos empates, de visita; y seis derrotas, cinco de ellas al hilo en los últimos compromisos. De esta manera Raya se desentiende del problema, pero son los hinchas quillotanos los que se desesperan al ver a su equipo colgando en el penúltimo lugar de los Promedios con 1,003, peligrosamente cerca de Valdivia, que tiene 0,882.

Claudio Morales Salinas

La Estrella de Quillota - Petorca