"Esta vacuna es ideal para quienes no desean inyectarse ácido nucleico"
Experta de la U. de Valparaíso explica las diferencias de la recién aprobada vacuna Sinovac y la ya conocida y usada Pfizer.
Ayer, tras una reunión evaluatoria de más de tres horas, el Instituto de Salud Pública (ISP) anunció la aprobación de la vacuna Coronavac de la empresa china Sinovac, para ser administrada en Chile en adultos de 18 a 59 años.
Caroline Weinstein, doctora en microbiología e inmunología, docente de la Escuela de Quimica y Farmacia de la Universidad de Valparaíso e integrante del comité de expertos externos del ISP, explicó en primer lugar que la vacuna de origen chino posee limitación de edad (hasta 59 años) solo porque no hay evidencia disponible, mismo caso en menores de edad, embarazadas y mujeres en etapa de lactancia.
"Como integrante del comité asesor externo nos toca examinar fármacos y productos nuevos constantemente. En tiempo, esta vacuna se aprobó en menos de un mes, y fue casi lo mismo que la aprobación de la vacuna Pfizer", comenta la experta.
-¿Cuántas personas ya han probado esta vacuna en Chile?
-Llegaron resultados al ISP de alrededor de 400 personas, pero nosotros no tuvimos esos resultados a la vista. Pero esos datos del ensayo clínico dirigido por la PUC no fueron expuestos al comité externo, pero si al ISP.
Esos datos y los faltantes respecto al control de calidad del producto, que deben llegar en los próximos días; y el seguimiento de los estudios fase 3 de Turquía e Indonesia, además de actualizaciones de los resultados en Brasil, están próximos a ser recepcionados por el ISP.
-¿Cuál es la principal diferencia entre la vacuna Sinovac y Pfizer?
-Esta es una vacuna hecha especialmente para quienes tienen aprehensiones con inyectarse acido nucleico, pues la vacuna de Pfizer es eso: un acido nucleico que va a entrar a la célula y se va a transformar en proteína y algunas personas sin ningún fundamento tienen temor a ese aspecto; que un acido nucleico modifique sus genomas. En cambio la vacuna de Sinovac utiliza el mismo mecanismo que una vacuna contra la influenza o hepatitis. En este caso se inyecta el virus y se propaga en cultivos, se purifica y ésta se inactiva para que no esté vivo. En resumen es el virus muerto.
Otra de las ventajas que destaca Weinstein es que la vacuna Sinovac requiere una temperatura entre 2 y 8 grados celsius lo que se logra en un refrigerador.