Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

El regreso a clases, establecido por el ministerio de Educación para el 1 de marzo de forma presencial, ha marcado la pauta durante las últimas semanas, provocando, incluso, más de alguna polémica.

Mientras el Colegio de Profesores, determinadas comunas de la región y las aprehensiones de padres y apoderados, se han hecho presentes para pedir aplazar el ingreso para el 15 de abril, desde el Gobierno insisten en cumplir los plazos de calendario.

Pese a que han sido varios los argumentos para no comenzar la presencialidad en menos de un mes, el pediatra Humberto Soriano, expresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe) y miembro del Consejo Asesor "Paso a paso abramos las escuelas", ha apuntado su visión de experto hacia la importancia de regresar lo antes posible.

Según el médico pediatra, el retorno resulta clave para los más pequeños y el esfuerzo de todos los actores debe apuntar a aquello.

"Es esencial que los niños vuelvan a clases. El esfuerzo que tienen que hacer las mamás, los papás, los profesores, los sostenedores y los alcaldes, es que los colegios estén preparados lo antes posible para funcionar en una modalidad que proteja y que evite el contagio, lo que significa distanciamiento, establecer grupos pequeños, una buena ventilación, uso de mascarillas y escudos faciales, alcohol gel, baños con aforos y un transporte con todas las medidas de protección", detalla.

Consecuencias

En su análisis sobre el polémico retorno a clases, el profesional destaca las consecuencias negativas que han tenido que enfrentar los niños durante la pandemia. El experto asegura que el encierro, y el hecho de no haber asistido al colegio durante todo el 2020, han generado problemas evidentes en términos emocionales y de salud.

"Los niños encerrados sufren y han sufrido no solo estrés, sino que un daño a la salud mental y física, especialmente los niños vulnerables, que han sido los más afectados, porque no están socializando, tienen problemas de violencia intrafamiliar, entre otros. Han sufrido sedentarismo, malos hábitos alimentarios, ha aumentado la obesidad, tienen trastornos del sueño, del apego y hay retrasos en sus hitos del desarrollo social, por ejemplo, están más mañosos, con mucho susto, ya no están acostumbrados a ver gente. Todo esto trae implicancias a largo plazo", explica el doctor Soriano.

Junto a estos argumentos, se suma otra preocupación para los especialistas: abuso de pantallas.

"Hay un aumento de consumo de pantallas y eso nos tiene profundamente preocupados, porque baja el coeficiente intelectual, porque causa, sobre todo en menores de 6 años, hiperactividad y la pantalla también fomenta los circuitos adictivos. Debemos fomentar la protección y la prevención en los niños", asegura el expresidente de Sochipe.

Menos riesgo

Respecto a los dichos del ministro de Salud, Enrique Paris, quien planteó que los niños no son un vector trascendental en el contagio del coronavirus, el doctor Humberto Soriano concuerda.

"Según estudios recientes, los niños se contagian la mitad y cuando se contagian, en la mitad de los casos de coronavirus son asintomáticos, pasan 'piolitas'. Se hospitalizan 10 veces menos y se mueren 200% veces menos. Antes pensábamos que el virus se transmitía de los niños a los adultos, pero son los adultos que contagian a los adultos, los niños no son una fuente importante de contagio", analiza el miembro asesor.