Renato Forno quiere endulzar la política como edil de Limache
Dueño de la famosa fábrica quiere postular en la lista de RN. Casos humanos, adultos mayores, animales y seguridad son parte de sus ejes de campaña.
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Seguramente todos alguna vez han escuchado hablar de Confites Forno, una empresa de tradición familiar con una historia de disciplina, rigor y trabajo que nació en 1937, tras el arribo a Chile desde la provincia de Génova, Italia, de los hermanos Forno Damonte - Forno Machiavello, quienes en forma visionaria fundaron una confitería que ya ha traspasado más de cuatro generaciones, convirtiéndose en un clásico de clásicos.
Se instalaron en pleno centro de Valparaíso, pero rápidamente la familia fue creciendo y extendiéndose por la zona, creando además, pastelerías, amasanderías, locales gastronómicos y hasta viñas.
En ese ambiente de muchas recetas, azúcar y extenuantes jornadas de trabajo, características de los inmigrantes, nació Renato Forno Cambón, el mismo que hoy encabeza un objetivo muy distinto: trasladar la experiencia de la confitería a la política, pues aspira ocupar un cupo en el próximo Concejo Municipal de Limache, representando a RN.
Renato tiene 54 años, hace más de 40 vive en la ciudad de los tomates, estudió Derecho, técnico en turismo y en administración de empresas; es socio de una empresa de microbuses que hace recorridos entre Limache y Valparaíso -la misma que puso máquinas gratuitas para el día del plebiscito- y hoy pretende darle un toque dulce a la política, muchas veces tildada de amarga.
Renato cuenta que aún mantiene el recuerdo de niño, cuando "veía asombrado cómo las máquinas iban sacando los famosos sueños dorados, las gomitas de fruta, las paletas multicolores, las guagüitas, sustancias, malvas, manjares, mazapanes, bombones y tantas otras cosas. Pero también me daba cuenta del enorme esfuerzo de mis abuelos, de mis padres, de los tíos y primos de levantarse muy temprano, trabajar todo el día, sacar los productos lo más frescos posibles y acostarse tarde, pero con la satisfacción de fabricar un producto artesanal de calidad".
Por qué la política
"Muchos me preguntan por qué pasar de la confitería a la política. No es que me quiera tirar al dulce ni mucho menos, pero la respuesta es bastante simple. Cuando una persona prueba un dulce, es inevitable una sonrisa y esa sensación placentera de dulzura. Es lo mismo que siempre debió ser la política: un trabajo que dé frutos concretos, donde se utilicen los mejores ingredientes, una producción limpia, una gestión ordenada, pero, sobre todo, que el producto sea fabricado hoy y no mañana, tal como los dulces, porque las personas necesitan soluciones ahora, no en un mes o en un año".
Forno dice saber "perfectamente" que por ley la función de un concejal es fiscalizar la administración alcaldicia, pero su experiencia en el rubro familiar de los confites lo anima a mucho más, asegura.
Está convencido que "con voluntad y gestión, los concejales pueden ser mucho más eficientes que sólo asistir a los concejos municipales".
Prioridades
En ese sentido, fijó sus prioridades al ser elegido: la protección, cuidado y atenciones veterinarias constantes a mascotas y animales abandonados en la comuna; generar campañas efectivas de ayuda social e identificación de casos humanos que necesitan apoyo urgente; acompañamiento a los adultos mayores, tanto en sus derechos, beneficios y esparcimiento; el fomento al reciclaje y el aumento de áreas verdes; el apoyo total al deporte y las disciplinas para toda la familia; mejorar la seguridad; y proteger el agua.
"La política necesita un recambio. No sólo de rostros nuevos, sino también en la forma de enfrentar los temas. No podemos seguir esperando que las grandes autoridades o ministerios lleguen con soluciones mágicas. Acá hay que estar en terreno, gestionando y presionando por respuestas concretas".
Agregó que "los dulces no se fabrican solos, se elaboran con un trabajo en conjunto. Eso lo aprendí muy claro", enfatizó Forno.
Misterioso spiderman
El empresario, asegura, no pretende ser un superhéroe, pero eso no le ha impedido dar vida a un personaje que dos veces al año aparece en la comuna del interior: Halloween y el 24 de diciembre.
En ese sentido, luego de años, Forno confirmó ser el misterioso Spiderman que reparte dulces, sobre todo en las poblaciones. Aunque, advierte, ya varios sospechaban de él.
"Esto nació como una forma de agradecer a los hijos de los trabajadores. Pero con el correr de los años se fue ampliando sin que yo me diera cuenta porque cuando llegaba a un lugar, evidentemente había otros niños, hijos de otras familias, y no podíamos dejarlos sin dulces. Así que empezamos a llevar más confites cada año y ahora es casi una tradición en las poblaciones de Limache. Yo creo que que hay que endulzar la vida, sobre todo cuando existen tantos problemas e injusticias para miles de familias", finalizó el candidato Forno.
"La política necesita un recambio. No sólo de rostros nuevos, sino también en la forma de enfrentar los temas".