Nara Back: "Parte de esta industria está un poco enferma"
La integrante del grupo Lulu Jam, hija de inmigrantes coreanos, comparte su visión sobre esta cultura y tendencia asiática que se ha instalado con fuerza en la juventud. Advierte sobre el peligro de la autoexigencia y la idealización.
Justine Bordachar - SoyValparaiso.cl
Nara Back es la primera coreana que muchos chilenos vieron sobre un escenario o en la tele, muchísimo antes que el k-pop estallara en nuestro país. Esta santiaguina, hija de inmigrantes, comenzó su carrera musical con tan solo 14 años bajo el seudónimo "aniSH". A esa corta edad se presentó en discotecas y bares como Blondie o Club Miel, en 2005. Un año más tarde se integró al grupo Lulu Jam y desde entonces ha trabajado como conductora de televisión, animadora de eventos, diseñadora de imagen y productora musical.
En 2009, la cadena de televisión coreana "KBS" contactó a Nara para invitarla junto a su grupo a Seúl. Con todo pagado, los tres integrantes de Lulu Jam volaron hasta el otro del mundo y representaron a Chile en un concierto. "Nosotros éramos unos cabros chicos, todo estábamos como ¿qué onda, de dónde salió esta cuestión? Pero fue una experiencia espectacular", relata con una sonrisa.
Luego llegaron más oportunidades para Nara, quien animó "La noche de la cultura coreana", evento organizado por la embajada, en dos oportunidades. No obstante, admite que fue invitada "solo por ser coreana" y no porque realmente tuviera una cercanía o gusto especial por el k-pop y la cultura aquellas tierras en donde nacieron sus padres.
Según explica, su imagen dista mucho del "estándar ideal" que dicha sociedad asiática impone a las mujeres. "Cuando era chica me pintaba el pelo de colores, me gustaba vestirme de ciertas maneras llamativas. Yo de repente daba entrevistas y me preguntaban cosas de la cultura coreana y quizás mis respuestas no eran del total agrado de la comunidad coreana porque ellos son mucho más pacatos. No sé si ellos estaban felices con que yo fuera la persona que los representara".
Aunque Nara sí creció rodeada de algunas costumbres asiáticas en su hogar, sus padres nunca le impusieron nada. "Mi mamá tuvo una crianza muy estricta entonces cuando tuvo a sus hijas no quiso lo mismo para nosotras. Nos dio mucha más libertad. Es que para los coreanos tienes que estudiar ingeniería, leyes o medicina, o sino chao. Pero yo pude estudiar diseño. Al final, ella me dejó ser y así pude hacer hartas cosas", relata. De este modo y con solo 21 años, Nara ya había sido cantante, modelo y conductora de televisión.
Una mirada crítica
Actualmente diseñadora de softwares, Nara vive alejada de "la fiebre del k-pop" pese a que sí escucha algunos grupos como Brown Eyed Girls y 2NE1. No obstante, tiene una mirada muy crítica sobre este fenómeno musical. "Si bien encuentro positivo que mucha gente tenga como ídolos a estas personas yo creo que también es importante que los fans entiendan que parte de esa industria está un poco enferma".
Asimismo, Nara no concuerda con muchas reglas de la sociedad coreana, las cuales provienen del confucionismo: "Ellos tienen un estándar ético muy alto que se ha desvirtuado. Se desviven por ser de cierta manera. Y si no son de cierta manera caen al tiro en un pozo. Entonces ese estándar, para la gente famosa, es aún mayor y muchos se terminan suicidando".
Un buen ejemplo de lo anterior, según ella, es el caso de Sulli. Esta joven cantante y actriz surcoreana se quitó la vida en octubre de 2019 luego de recibir constantes críticas en las redes sociales por no seguir al pie de la letra "la imagen ideal de una joven artista" en dicha sociedad. Sulli, por ejemplo, no usaba sostén debajo de su ropa, algo que generaba demasiada controversia (y comentarios de odio) en internet.
Las cosas, afortunadamente, están cambiando poco a poco, aunque quizás no a un ritmo ideal, explica Nara. Por eso, invita a los fans del k-pop a hacer presión para sacar a la luz todos estos temas. "Los coreanos invierten un montón en sacar al mundo su exportación, entonces lo que diga la gente de afuera les importa muchísimo. Es importante que los fans internacionales exijan mejores condiciones para los artistas".