Claudio Morales S.

San Luis había conquistado muchos puntos de visita y el sábado parecía que ganaba nuevamente fuera de casa. Con tanto de penal de Gustavo Lanaro y anotación de Rodrigo González al final del primer tiempo, los quillotanos se fueron al descanso tranquilos; más aun si Magallanes sufrió la expulsión de Marcelo Filla.

Pero una señal de que todo se derrumbaría en el complemento, fue el rápido descuento del colombiano Yorman Zapata en el reinicio del juego.

Ni siquiera el 3 a 1 de Fernando Coniglio sirvió para que San Luis consolidara el triunfo. El gol del argentino fue a los 79 minutos, pero entre los 83 y 86, Miguel Ángel Orellana y David Salazar estructuraron el empate a tres definitivo.

A los carabeleros no les alcanzó para llegar a la liguilla de ascenso, y a los canarios no les alcanzó para quedar conformes.

Algo de relajo

El técnico canario Francisco Bozán, consultado si fue mérito del rival la remontada o responsabilidad de sus pupilos, respondió que "me parece que hay de las dos cosas. Hay mucho mérito de ellos, pero también mucha responsabilidad de nosotros, desde lo emocional, probablemente desde el relajo de ver una situación controlada, desde que nos hacen un gol al inicio (del segundo tiempo). Hicimos el tres a uno y el partido ya estaba terminado, y al final nos vamos con un empate que tiene más sensación a derrota".

Igual Bozán ve el vaso medio lleno, porque aparte de cumplir la misión de dejar a San Luis en la B (descendió Barnechea), "hay que tener en cuenta que llegamos a siete partidos sin perder, y eso implica haber hecho un esfuerzo grande. La evaluación final será tras el partido con Barnechea".

La Estrella de Valparaíso