La caída de Santiago Wanderers ante Colo Colo fue otro golpe de realidad para un elenco porteño que ve cómo las opciones por mantener la categoría se vuelven una quimera, al punto que llegar al partido de promoción se ve un objetivo casi inalcanzable. La desazón al término del partido con los albos dejó en claro que los jugadores son conscientes del inevitable descenso.

De inicio a fin la superioridad de los capitalinos fue evidente y la reacción caturra no existió. La apertura de la cuenta, apenas a los 11' minutos que puso de inmediato cuesta arriba el cotejo, nació de una buena jugada por la izquierda que encontró el remate de Solari y un posterior toque de Parraguez para superar la defensa verde.

El golpe fue certero y de ahí en más los porteños nunca se volvieron a recuperar. Por el contrario, cada vez que Colo Colo aceleraba en ataque lograba desnudar las falencias defensivas del Decano. Al final de la primera etapa llegó el segundo gol a través de una desinteligencia de Villarroel al intentar despejar, lo que Javier Parraguez aprovechó para volver a anotar.

A los 80', a través de un tiro libre desde el sector izquierdo, Gabriel Costa concretó un certero disparo que se clavó en el ángulo del pórtico verde mientras que a pocos minutos del pitazo final, parecía que los porteños conseguían el gol del honor que maquillaba el marcador, pero la anotación de Diego Vallejos fue invalidada por el VAR debido a un offside.

"Hay que ser fuerte"

Con evidente desazón, Emiliano Astorga se mostró muy dolido con el resultado en el Monumental, porque entiende que las opciones de seguir en Primera se diluyen. "Es triste cuando vives situaciones como estas, me duele, pero no podemos bajar los brazos. Debo seguir levantando a los jugadores y terminar lo mejor posible. Estoy amagado y triste, pero tengo que ser fuerte para levantar a los muchachos y trabajar con lo que tenemos para enfrentar lo que tenemos por delante", agregando sobre el partido que "Colo Colo fue un equipo muy superior, tratamos de poner todo lo que tenía cada uno, pero no nos alcanzó, jugamos a un nivel regular pero no nos alcanzó para hacerle daño".

Acerca de cómo afrontar los siguientes desafíos, el entrenador puntualizó que "tenemos que terminar con la cabeza levantada, sabemos lo que estamos viviendo, que no viene de ahora si no desde el inicio del torneo pero tengo que seguir luchando. Pase lo que pase, debemos mirar hacia el frente y seguir, no voy a renunciar ni arrancarme en estos momentos, soy quien está a la cabeza, debo asumirlo y tratar de levantar los jugadores. Aún queda una posibilidad lejana, matemáticamente hay algo que se debe jugar sabiendo que es una tarea súper difícil".

Ahora los porteños para seguir con vida necesitan el siguiente escenario: ganar los siguientes cuatro partidos, esperando que Curicó Unido pierda los mismos cuatro cotejos alargando su diferencia negativa, y que además Huachipato no supere los 31 puntos. La bencina de la micro verde está a punto de acabarse y desde la regencia porteña ya comienzan a tantear la opción de un nuevo DT.

Lucas Suárez Torres

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