Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

"Hace diez años que vengo y nunca he faltado. Esta no iba a ser la excepción". Con estas palabras Adriana Soto, de 71 años y proveniente de Santiago, nos cuenta su profunda devoción por la querida Virgen de Lo Vásquez. Lo que empezó como una visita más a la iglesia de Casablanca, hoy ya se ha convertido en una tradición, sobre todo por la importancia que tiene un 8 de diciembre para los fieles. Asegura que su visita es para pedir por la salud de su familia.

"Siempre he sido una agradecida de Dios, soy muy creyente, así que todos los años, en esta fecha, vengo en auto con mi hijo y pasamos a dejarle flores a la Virgen. No tengo una manda en específico, solo vengo a agradecer y pedir por la salud de mi familia, que estemos todos bien siempre", nos señala.

Y añadió: "Yo sabía que iba a estar cerrado por el tema de la pandemia, pero de todas formas vine. La gente ha sido respetuosa y he tomado mis prevenciones para no contagiarme".

Y tal como Adriana, pese a las restricciones, no hubo excusas ni medidas para evitar el peregrinar de los fieles, los cuales llegaron hasta las afueras de la iglesia, la cual se encontraba completamente cerrada.

Es que por segundo año consecutivo, la tradicional conmemoración católica tuvo que suspenderse producto de la pandemia para así evitar aglomeraciones y posibles brotes de contagio por COVID-19. Razón que no muchos entendieron y que, incluso, criticaron.

"Va mucha más gente a los estadios, malls o restoranes y ahí nadie dice nada. Es muy injusto", es lo que se escuchaba entre la gran cantidad de personas que llegaron al lugar.

Opinión que compartió Óscar Sandoval, uno de los fieles que llegó a eso del mediodía a prender una vela en las rejas del recinto. "El año pasado se suspendió y yo con mi familia lo entendimos, porque estábamos en un escenario súper complejo, pero nosotros creíamos que este año iba a ser diferente por el tema de la vacuna. Deberían haber hecho una misa con aforo y al aire libre, eso esperábamos", indicó.

Visitas

De Valparaíso, de Santiago, de Casablanca o del interior, grandes y chicos, caminando o en auto: las visitas al santuario eran variadas y cada una de ellas con su razón particular. Algunos solo venían a agradecer y conmemorar su fe, otros aprovecharon de pedir y un grupo importante llegó para cumplir sus mandas.

Así, los visitantes al santuario se aglomeraron principalmente en horas de la mañana, a partir de las 09.00, horario en que incluso Carabineros calculó la visita de alrededor de 500 personas.

En la ocasión, un porcentaje importante arribó hasta la iglesia caminando o en bicicleta por la ruta 68, situación que preocupó a efectivos policiales, ya que el tránsito funcionó con absoluta normalidad a diferencia de años anteriores, donde sí hubo cortes en la carretera para permitir un desplazamiento más seguro. A ello que se sumaron también las altas temperaturas.

"Somos de Casablanca y con mi grupo de amigo decidimos venir en bicicleta desde allá. Somos católicos, pero también lo hacemos como un desafío deportivo y como una oportunidad para estar todos juntos y pasarlo bien", precisó Gabriel Salas, uno de los ciclistas.

Locatarios

Paralelo a la llegada de peregrinos, quienes sacaron cuentas alegres fueron los locatarios.

Pese a que las tradicionales fuentes de soda del sector se encontraban con sus cortinas cerradas, una decena de vendedores se colocaron a las afueras del santuario con sus respectivas carpas y productos.

Rosarios, calendarios y velas fueron los más vendidos durante todo el día, al igual que las botellas de agua y helados para capear el calor, puestos en donde la gente incluso hizo filas.

"Este año ha venido harta gente, pero parcelada, de a poco, no todos juntos, pero desde la semana pasada, desde el jueves, empezó a llegar gente y esta semana ha venido mucho más. Nos ha ido súper bien en las ventas a nosotros y al resto de los locatarios, muy diferente al año pasado", manifestó Violeta Vera, una de las vendedoras.

Balance

Pasado el mediodía, Carabineros ya tenía un balance de lo que había sido el comportamiento durante la mañana en el sector. "No hubo ningún inconveniente", subrayó el mayor Humberto Tapia de la Tercera Comisaría de Valparaíso.

"La gente tuvo un buen comportamiento; pese a que estaban suspendidas las actividades en el santuario, se adoptaron las medidas por parte de Carabineros, sobre todo en la zona exterior, ya que se prohibió el ingreso de vehículos", develó el mayor Tapia.

"Notamos una alta cantidad de ciclistas, sin embargo, no hubo ningún inconveniente, ningún accidente de tránsito. El comportamiento fue bastante positivo en el tránsito de la gente que concurre al sector y las personas concurrían con las medidas de seguridad respectivas, uso de las mascarillas principalmente y como también en los recorridos por la ruta 68, haciendo uso de sus chalecos", agregó el uniformado.

Por último, desde Carabineros precisaron que las mayores aglomeraciones se percibieron durante la mañana, tal como aseguraba uno de los balances.

"La gente empezó a llegar ayer mayormente a eso de entre las 09.00 y 11.00 de la mañana. En ese horario se vio un gran flujo de personas en el sector", finalizó el mayor.

"Creíamos que este año iba a ser diferente por el tema de la vacuna. Deberían haber hecho una misa con aforo y al aire libre".

óscar Sandoval, peregrino.

500 personas, según estimaciones de Carabineros, llegaron a primera hora del día de ayer hasta el Santuario.