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[Cultura Urbana]

"La crítica de cine en estos tiempos parece un oficio de otra época"

El escritor y realizador Andrés Nazarala lanza su segunda novela, "Última función", donde un crítico de filmes internado en un hospital repasa sus recuerdos y sus películas más queridas.
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Marcelo Macellari

Aldo Romero, el protagonista de "Última función" (Editorial Kindberg), la segunda novela del escritor y cineasta Andrés Nazarala, es un crítico de cine de 62 años a quien la diabetes lo tiene en una cama de hospital donde, ante un inminente final, repasa sus recuerdos y sus filmes más queridos.

Nazarala es periodista y por años se ha dedicado a comentar películas, así que hay mucho de autoficción en este volumen: "Siempre quise escribir una novela sobre un crítico de cine mayor y malhumorado pero no encontraba el momento. Comencé el libro en la cuarentena y, de alguna manera, absorbí todo el clima sombrío del momento. Eso me hizo mandar al crítico al hospital y me llevó a meterme en su cabeza. En ese ejercicio lo doté de impresiones propias sobre muchas cosas pero también mantuve una distancia".

"Es un personaje inspirado en algunos críticos mayores y testarudos que he conocido. Si se quiere, también soy yo en un futuro no tan cercano. Me parece que la vejez tiene que ver con aferrarse a tu propio mundo. Y en ese sentido soy un poco viejo. Tengo una predisposición crítica al streaming, creo que el digital está matando la experiencia cinematográfica, odio 'The Avengers', etcétera", agrega el autor sobre esta novela reflexiva, cómica y cinéfila, que incluye un cameo de Ricardo Darín en el papel de personaje secundario pero crucial en la historia.

El lanzamiento de "Última función" está programado para este jueves a las 19.00 el nuevo Flamingo Rose de Valparaíso (Salvador Donoso 1498).

-El libro es una novela, pero tiene elementos del ensayo. ¿Por qué utilizas este cruce de géneros para contar la historia?

-Creo que soy un ensayista disfrazado de novelista. Desde "Hotel Tandil" me propuse escribir sobre películas sin dejar de lado la ficción o, digamos, la mentira. Me gusta la idea de que un libro sea un universo paralelo en el que encontramos elementos comunes con este lado del espectro.

-"Hotel Tandil" se define como una novela sobre cine independiente. ¿Hay una continuidad con este nuevo volumen?

-Creo que la continuidad está dada por la ecuación de novela-ensayo. "Hotel Tandil" es un homenaje rabioso a los derrotados, los ultraindependientes, las tecnologías descartadas, los espacios gastados. El personaje principal odia incluso a los críticos de cine. "Última función" es la crónica mental de una figura pública que fue perdiendo el entusiasmo por el cine. Si lo analizamos desde las películas referenciadas, es un libro sobre el gran cine: Bergman, Fellini, Kurosawa, Dreyer. La estadía en el hospital es, si se quiere, la señal de la muerte de un tipo de cine y del oficio de la crítica.

-"Última función" está lleno de guiños y citas a la literatura y a la música, pero obviamente al cine. ¿Es una novela para cinéfilos?

-Me gusta pensar en "Hotel Tandil" y "Última función" como libros para todo público, no solo cinéfilos. Me gustó recibir comentarios elogiosos de la primera novela de parte de lectores que no tienen un vínculo con el cine. Considero que no son libros de cine en su sentido más estricto. Las películas están siempre asociadas a otros asuntos como también lo están las lecturas y las canciones. Los protagonistas son consumidores culturales compulsivos porque confían en que ahí están las claves para entender el mundo.

-Aldo Romero está internado por diabetes en el hospital y su final es inminente. ¿Su fin es también la del crítico de cine, como una especie en extinción?

-No hice esa asociación desde un comienzo pero supongo que la metáfora está ahí. La crítica de cine en estos tiempos se ha visto amenazada, parece un oficio de otra época. Creo que el libro se hace cargo de esas reflexiones.

CINE y MUERTE

-A lo largo de la novela el protagonista repasa sus películas favoritas. ¿Coincides en sus gustos cinematográficos, como Cassavetes y Dreyer, por ejemplo?

-Los gustos son los míos pero en muchos casos están subyugados a la idea de la muerte. En otras palabras, hay un repaso de cómo el cine retrata la muerte. Un cinéfilo como Romero no puede separar esas esferas a medida que se aproxima su fin. Entonces recuerda algunos impactos cinematográficos personales en relación a la finitud de la existencia o la vida en un más allá. Ahí aparece, por ejemplo, "Dante's Inferno" de Harry Lachman, una película menor de 1935 que sin embargo cuenta con una asombrosa recreación del infierno.

-En un pasaje del libro el crítico dice que le da más culpa haber elogiado "Las invasiones bárbaras" que haber denostado "El último tango en París". ¿Has realizado ese ejercicio de repasar tus críticas?

-No. Y no lo haría. Creo que me daría mucho pudor. Me arrepentiría de algunas decisiones dictadas por el apasionamiento juvenil. También de la crueldad que invertí en algunos textos. Cuando uno es joven puede ser un idiota.

-Además de escritor y crítico de cine, tú eres cineasta y estás alistando el rodaje de tu segundo largometraje, "Los días salvajes". Si bien escribir y dirigir son procesos muy distintos, ¿hay puntos en común, considerando que el conjunto de tu obra tiene como común denominador el cine?

-Cuando escribo estoy pensando en imágenes y, en ese sentido, el proceso es muy parecido a concebir una película. La escritura me abre eso sí otras posibilidades en términos de sumersión. Me refiero a toda la parte más ensayística que funciona como un encadenamiento de ideas. Por otro lado, lo que escribo y filmo está estrechamente conectado. Romero, por ejemplo, tuvo una banda de rock en los '70 y "Los años salvajes" sigue a un rockero de esa época que sobrevive a duras penas en el Valparaíso de hoy. Hay fantasmas que están siempre merodeando por ahí y se hacen presentes en los distintos procesos creativos. No puedo escapar de ellos.

"Es un personaje inspirado en algunos críticos mayores y testarudos que he conocido. Si se quiere, también soy yo en un futuro no tan cercano".

La Estrella de Valparaíso