En hospital de Limache integran la sanación con hierbas andinas
La agrupación Pachakuti representante de los pueblos quechua, aymara y licanantay, establecidos en la zona, tienen un espacio en el centro asistencial, donde en conjunto con médicos, atienden a pacientes con su sabiduría ancestral.
Claudio Morales Salinas - La Estrella Quillota - Petorca
Una iniciativa pionera es la que se está desarrollando en el Hospital Santo Tomás de Limache que integra la medicina tradicional con las posibilidades terapéuticas de las hierbas medicinales que promueven pueblos originarios andinos con su sabiduría ancestral.
Se trata de atenciones comunitarias que se realizan los jueves en dependencias del hospital limachino, en las cuales participa un médico del recinto y una representante de comunidades de pueblos originarios establecidas en la región. Ella es Silvia Vega Valiente, quien explica que "somos comunidades andinas de tres pueblos, quechua, aymara y licanantay (atacameños); somos aproximadamente 50 familias asociadas en una agrupación que se llama Pachakuti. Nuestro objetivo es visibilizar la cultura de nuestros pueblos, en todos los aspectos, educación, salud, autonomía alimentaria y lenguas".
El poder medicinal de las hierbas que provee la tierra, es una sabiduría que esta agrupación quería difundir y poner a disposición de la mayor cantidad de personas. Para lograrlo se acercaron al mundo de la medicina tradicional, no lo miraron de lejos con desconfianza, sino todo lo contrario, buscaron una alianza.
"Integramos una mesa de trabajo junto al seremi de Salud con un Programa Especial de Salud de los Pueblos Originarios. Partimos como oyentes y después nos integraron. Nos acogimos a un convenio internacional que dice que las personas indígenas tienen derecho a su forma de salud", destaca la también educadora de la Escuela Teniente Merino.
Junto a la huerta
En el hospital tienen un espacio para funcionar, ya que no cuentan con una sede. Encontraron que la comunidad del hospital mantenía una pequeña huerta, la cual aportaron a hacer crecer ("los pueblos andinos somos agricultores innatos"), y ahí se instalaron con unos toldos y una estructura que sigue siendo precaria. "Tenemos un techo, pero igual en los días más duros del invierno no podemos funcionar. Hemos postulado a fondos públicos y lo hemos ido arreglando", dice Silvia Vega.
Pero aun sin contar con un espacio ideal, han logrado lo que buscaban en la comunidad Pachakuti, ya que trabajan a la par con el equipo médico. Y ha sido todo un proceso instalar la idea de estas sanaciones andinas. "Comenzamos en pandemia, se dio que había muchos funcionarios con problemas, gente que no veía a sus padres, a sus hijos, a sus abuelos, por temor a contagiarlos; tenían una carga emocional y laboral muy pesada, entonces ellos se volcaron a este lugar a buscar algo para aliviar su pena, porque todo el dolor emocional que podamos tener se refleja en algún síntoma, en un lumbago o una migraña que se intensifica, por ejemplo. Empezamos con los trabajadores del hospital, y ellos han sido nuestros mejores relacionadores públicos para darnos a conocer, nos derivan sus pacientes", asegura la encargada.
Trabajo conjunto
"Aquí se da la verdadera interculturalidad en salud", resalta la representante de la agrupación Pachakuti, y puntualiza que "nosotros no trabajamos aparte, lo hacemos en concordancia y en complementariedad con el equipo médico. Eso es lo que dice el programa, esto no se da casi en ninguna parte de Chile, porque por lo general, la medicina mapuche está por un lado, donde está la señora con las hierbas, y por el otro el médico que no se mete con ella, y tampoco se mete la machi en lo que dice el médico".
En este programa convergen ambos mundos. "Yo soy la que trabaja con las hierbas medicinales, y está el médico al lado mío. Si viene una persona y me dice, me duele la cabeza, yo le sugiero una hierba, yo no diagnostico ni receto; tengo respeto por el trabajo del médico, porque tampoco sé qué medicamentos y cuántos, está tomando esa persona", advierte Vega.
"Vemos muchos pacientes con problemas depresivos que toman muchos fármacos, y muy fuertes; entonces yo le puedo dar una hierba o una preparación que le va a exacerbar o inhibir su patología, por eso es muy importante que esté el equipo médico, y también esperamos que los farmaceúticos se unan. Si hay una hierba que pueda reemplazar a un medicamento, la idea es que sea un proceso gradual y bien supervisado. El médico le puede decir, ok, usted quiere tomar esta hierba, pero tome media pastilla entonces, después de unas semanas, tome un cuarto, y así", explica esta integrante de pueblos andinos.