Los múltiples beneficios que trae darse un baño de gong
La terapeuta porteña Claudia González realiza terapias con el milenario instrumento, cuyo sonido reduce el estrés, estimulan la circulación y ayudan al equilibrio emocional, entre otras propiedades.
Marcelo Macellari - La Estrella de Valparaíso
El estrés laboral, la presión por los estudios, las relaciones tóxicas y algunas enfermedades a las cuales la medicina tradicional no alcanza a dar respuesta, sumado a los efectos que trajo la pandemia a nivel anímico y emocional, hacen que la gente recurra cada vez más a las terapias alternativas, entre las cuales últimamente ha adquirido mucha popularidad el baño de gong, que consiste en alcanzar un estado de profunda relajación a través de la completa inmersión en el sonido de este instrumento milenario, con el propósito de conseguir una curación del cuerpo física, mental y emocional, liberando los pensamientos que están bloqueando a la persona.
La terapeuta porteña Claudia González, quien desde hace cuatro años se dedica a esta práctica con su emprendimiento Aire para tu Alma, explica que "La Tierra, así como todo lo que tenemos a nuestro alrededor, está vibrando a una determinada frecuencia, tanto si lo oímos como si no. Las frecuencias de sonido pueden afectarnos a nivel celular, ya que influyen en cómo nos sentimos y funcionamos. Las prácticas de sanación mediante el sonido como el gong utilizan la vibración y la frecuencia para ayudar a reducir el estrés, alterar la conciencia y crear una profunda sensación de paz y bienestar para una mejor salud".
El gong es un instrumento de percusión cuyo origen se remonta a Asia y el más antiguo documentado se descubrió en una tumba en Guixian, en la Región Autónoma Zhuang de Guangxi (China). Data de principios de la dinastía Han Occidental (206 a.C.-25 d.C.) y consiste en un disco de unos 32 cm de diámetro, tipología plana y con un reborde estrecho. El gong ya en esa época era un bien preciado y digno del ajuar funerario de un noble poderoso.
Entre los beneficios de su sonido, destaca la especialista "encontramos una profunda relajación a nivel celular corporal y mental, la reducción del estrés y la ansiedad, la estimulación el sistema glandular y circulatorio mejorando de su función. El equilibrio de la energía emocional alineando y limpiando los 7 chakras principales son también otras de sus grandes cualidades, regenerando las neuronas y sus interconexiones, así como también fortaleciendo el sistema nervioso para vivir de forma saludable el día a día".
¿Qué se necesita para esta práctica? La terapeuta responde: "Realmente no hace falta nada más que ropa cómoda, ya que la terapia se recibe en la postura de Savasana (el cuerpo estirado sobre la espalda) sobre un mat. Es buena idea contar con una manta, porque al estar quietos, tumbados, la temperatura del cuerpo desciende y es posible tener frío. No hay que esperar que pase nada concreto, ya que una vez que el cerebro sintonice con las vibraciones, el cuerpo hará lo que necesite, relajarse, dormirse o incluso llorar ya que el sonido lo mueve todo, también las emociones. La idea es que cada una de las células se muevan con esta vibración y limpiar las energías que están estancadas. El mal dormir y la falta de una higiene de sueño no nos permiten tener un descanso profundo y el gong ayuda a liberar esas tensiones, hasta llegar a la regeneración celular. Trabaja con las glándulas del cuerpo, que son las guardianas de nuestras salud, equilibrando todos nuestros procesos".
Camino al gong
Claudia González, cuyo nombre espiritual es Uttam Gian Kaur, además de ser especialista en terapias y baños de gong, es instructora de yoga Nidra y Kundalini, certificada por KRI, con especialización en yoga para la mujer, Flores de Bach, lectura de tarot terapéutico, sanación de aura, lectura de registros akashicos, limpieza energética de espacios, masaje Champi y mieloterapia.
De profesión proyectista mecánica titulada de la USM, actividad en la que se desempeñó por 15 años en Santiago, cuenta que "por cosas de la vida empecé a estudiar la otra parte de la ingeniería, que tiene que ver con el sentir y el escucharme, que lo tenía muy dejado. Así empecé con el yoga, que me hizo mucho sentido, ya que estaba con depresión. En la sala donde practicaba yoga, había un gong y yo no le prestaba mucha atención, hasta que recibí un baño de gong y sentí que se me paró el cerebro y pude descansar profundamente. Después de eso quedé muy alerta y cuando supe que venían unos maestros de México a dar clases de gong, me inscribí inmediatamente en un curso intensivo de una semana y luego seguí tomando clases. Eso fue hace 4 años y partí haciendo terapias en Santiago, hasta que decidí volver a Valparaíso y ha sido una experiencia maravillosa".
"Una creencia que tenemos arraigada -agrega- es que necesitamos aprender desde el dolor y tenemos que pasar por cosas malas para cambiar y avanzar, cuando en realidad podemos crecer desde el juego y el placer. Y es algo que yo aplico en las terapias de gong y que vamos conversando de acuerdo a las preguntas que platean las personas que asisten".
La terapeuta realiza atención presencial y online, tanto individual como grupal. Su contacto en WhatsApp es +56 9 6237 6901, en redes sociales @aireparatualma y cuenta con una página web (www.aireparatualma.cl).