Everton no fue capaz de traducir su superioridad en el marcador
En otro polémico arbitraje del juez Cristian Garay, que esta vez validó el tanto de los oro y cielo revisando un fuera de juego en el VAR, los de Viña del Mar acabaron sumando un punto que les sirve de poco frente al cuadro de Ñublense.
En un polémico y amargo compromiso, entendiendo especialmente que los oro y cielo fueron muy superiores a un rival que está luchando en la parte de arriba de la tabla de colocaciones, fue que Everton tuvo que conformarse con un empate a un tanto ante Ñublense de Chillán en duelo jugado en el estadio Sausalito.
Los ruleteros, a raíz del citado resultado, llegaron a la brecha de 34 unidades en el torneo, lo que los hará pasar unas amargas Fiestas Patrias, ya que por ahora se mantienen fuera de la zona de clasificación a torneos internacionales.
En lo que tuvo que ver con el trámite de la brega, los dirigidos por Francisco Meneghini merecieron mucha mejor suerte, principalmente por lo ocurrido durante los primeros 45 minutos de juego, donde el meta chillanejo Nikola Pérez se erigió como la gran figura del lance.
Esto debido a que el golero uruguayo estuvo sencillamente notable para negarle el gol tanto a Bryan Carvallo como a Pedro Sánchez en las dos más claras del primer lapso. En la primera, el formado en Colo Colo intentó sorprender con un derechazo colocado desde fuera del área, y en la segunda el canterano auriazul se quedó con el grito en la garganta tras una buena definición entrando al área.
Goles y polémica
El elenco dirigido por Jaime García despertó en el complemento y de entrada avisó por medio de un disparo de Patricio Rubio y una contorsión de Enzo Guerrero que dio en el vertical de los ruleteros.
A los 54', sin embargo, Everton sería el encargado de abrir la cuenta, esto luego de que un remate de Carvallo diera en el palo y que Pedro Sánchez cazara el rebote para mandar la pelota al fondo del arco.
Tras la celebración, el tanto fue anulado a través del VAR por supuesto fuera de juego, y ahí se armó la polémica, ya que el juez Cristian Garay, cuya designación había sido cuestionada por Meneghini a mitad de semana, rompió todo procedimiento e insólitamente fue a ver la jugada al monitor, decidiendo cobrar la anotación pese a lo que antes le habían indicado por interno.
A los 65', el mismo réferi, nuevamente con ayuda del videoarbitraje, sancionó penal por un codazo de Julio Barroso a Rubio, pena máxima que Nicolás Vargas intercambió por gol dos minutos después.
De ahí en más los viñamarinos siempre estuvieron más cerca, pero no fueron capaces de traducir su dominio en un triunfo.