La compleja realidad de las cuidadoras no remuneradas
Directora nacional de la Asociación Yo Cuido revela la difícil situación de quienes se encargan de personas dependientes en Chile: no son reconocidas, se ven obligadas a dejar sus trabajos y su propia salud se resiente.
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
Detrás de cada persona dependiente o en situación de discapacidad, hay una persona cuidadora que se preocupa prácticamente 24 horas al día de su bienestar.
Según estimaciones del Banco Central, el trabajo doméstico no remunerado -incluyendo las labores de cuidado- representa más de 25% del PIB ampliado del país. Sin embargo, a pesar de la importantísima labor que realizan -en su gran mayoría mujeres-, este trabajo aún no es reconocido en Chile, por lo que gran parte de las cuidadoras no son remuneradas a pesar de su sacrificio y esfuerzo.
Una de las mujeres que ha vivido en carne propia lo que es tener que dejar su trabajo para cuidar a un ser querido es la quilpueína Virginia Aguirre Cavieres. Hace 11 años, a su recién nacida nieta le detectaron una grave enfermedad, que obligó a cambiar los planes de su familia.
"Fue realmente inesperado. A un mes de nacer a la niña, el médico tratante le descubrió una hidrocefalia congénita, que no tiene cura", cuenta.
"Me dediqué a mi nieta durante 10 años para que mi hija terminara la universidad", agrega Virginia.
Lamentablemente, la pequeña no pudo seguir luchando contra su enfermedad y falleció en el año 2021. Sin embargo, dejó una huella imborrable en la vida de Virginia, algo que ocurre también en cientos de cuidadoras que se dedican a esta labor.
Gracias a su experiencia de vida y en busca de visibilizar la realidad de las cuidadoras de Chile, Virginia Aguirre formó en 2018 -y desde nuestra región- la Fundación Yo Cuido, encargada de luchar por los derechos y mejorar la calidad de vida de las cuidadoras no remuneradas en Chile.
"Lo que hacemos es proteger a madres, tías abuelas y hermanas que quedan a cargo, cumpliendo el rol del cuidado de una persona con discapacidad o dependencia", precisa.
No son reconocidas
La fundación, que ya cuenta con cuatro años de historia y miles de seguidores en sus redes sociales, busca romper con un paradigma del oficio: el rol de los cuidadores informales no es reconocido ni remunerado en Chile.
"Cumplir esta función hoy no es considerado como un trabajo, a pesar de que nosotras cooperamos con el PIB nacional, en una cantidad bastante importante. No somos consideradas sujetos de derecho, ni tenemos ningún tipo de protección social", precisa Virginia Aguirre, quien además aporta que el 98% de las personas cuidadoras son mujeres y que prácticamente todas dejan sus trabajos al momento de realizar esta labor.
La presidenta de Yo Cuido también busca visibilizar otros impactos que se generan en la vida de quienes se encuentran con ser cuidadoras como, por ejemplo, en su propia salud.
"Se ve tan precarizada la vida de las cuidadoras, que se postergan absolutamente. Existe el síndrome del cuidador, que es pesquisado a través de los consultorios y los Cesfam. No se lo realizan a todas las cuidadoras, pero todas lo sufren. Dejan de visitar médicos para ellas mismas y dedican sus horas libres a las personas que cuidan", comenta Aguirre.
Asimismo, según comenta la presidenta de Yo Cuido, las cuidadoras se ven gravemente afectadas en su salud mental.
"Ha habido cuidadoras que se han quitado la vida por esta problemática existente. Dejan su vida completamente postergada, sin dinero, sin insumos, se les encarece la vida familiar", señala.
En busca de terminar con la precarización de la labor de las cuidadoras informales, desde Yo Cuido luchan por conseguir un apoyo económico para quienes deben dejar su trabajo en necesidad de cuidar a sus seres queridos.
"Nuestra lucha constante como organización es lograr algún tipo de pensión para las cuidadoras informales. Todas dejan de trabajar y eso repercute en la economía de la casa. Es un sueldo menos", destaca la directora.
Nuevo sistema
En la última Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric anunció la implementación progresiva del Sistema Nacional de Cuidados, órgano estatal que buscará registrar, enumerar y apoyar a las cuidadoras con capacitación y empleo formal.
Precisamente esta semana se dio un gran paso en esta dirección, ya que el ministerio del Desarrollo habilitó un módulo de complemento del Registro Social de Hogares (RSH), el cual permitirá la identificación de personas cuidadoras. Gracias a este complemento, se podrá considerar el cuidado no remunerado como una actividad en un registro oficial del Estado y, a partir de esa información, generar oferta pertinente para las cuidadoras.