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Renovada fe: casi 1 millón y medio de fieles coparon Lo Vásquez

Desde milagros contra el cáncer hasta dos hermanas que nacieron un 8 de diciembre. Estas son las historias de los chilenos que protagonizaron el regreso de la festividad religiosa.
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Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso

Dos años tuvo que esperar el Santuario Purísima de Lo Vásquez para volver a recibir en masa a los feligreses, luego de que en 2019 y 2020 la festividad se suspendiera por las restricciones del COVID-19. Pese al sol y a las altas temperaturas, los fieles como de costumbre no fallaron; casi un millón y medio de personas coparon la Ruta 68, en el regreso de la festividad religiosa más masiva del país.

Jóvenes, adultos, niños, parejas y familias completas llegaron en bici, a pie o en auto hasta el templo casablanquino, con diversas tareas: pedirle un favor a la Virgen, pagar su manda o simplemente agradecerle a la Inmaculada Concepción por los favores concedidos.

Agradecen milagros

La sanantonina Zunilda Vargas y su familia cumplen el rito del peregrinaje hace más de 60 años. "Nosotros veníamos desde niños con mis padres, y yo tengo 74 años", cuenta.

Sin embargo, desde que se enteró que su hijo Mauricio (40) es afectado por un cáncer testicular -misma enfermedad que terminó desgraciadamente con la vida su marido- Zunilda comenzó a concurrir más frecuentemente a ver a la Virgen, para pedir por la salud de su hijo. Afortunadamente, tras una compleja operación, Mauricio logró vencer al cáncer.

"Estoy muy agradecida con la Virgen. Mi hijo tuvo una operación muy complicada y afortunadamente todo le salió bien, por eso venimos este año.", manifiesta la agradecida madre, quien se compromete de por vida a seguir honrando a la Virgen de Lo Vásquez: "Hasta que me tengan con vida, yo voy a venir a verla en su día".

Cristina Morales (66), oriunda de la comuna de Renca, también vino a mostrarle su gratitud a su Santidad: "Yo hace más de diez años que estoy viniendo al Santuario. Vengo porque es mi Virgen, y sé que siempre va a estar conmigo. Cuando le he pedido en los momentos difíciles, ella siempre estuvo ahí", subraya Cristina.

La santiaguina vivió un momento abrumador, cuando su pequeña nieta estuvo cerca de perder la vida por una grave enfermedad respiratoria. Sin embargo, para ella la fe mueve montañas: "A mi nieta la tuvimos muy grave. Nos encomendamos a la Virgen y ella nos hizo el gran milagro. Ahora mi nieta anda feliz y contenta. Esperamos que ella siga la tradición", dice.

No obstante, no todos los peregrinos acuden a pedir o a agradecer favores. Otros, simplemente llegan a rendirle culto a la Inmaculada de Lo Vásquez, como es el caso de Juana Aravena y su marido Enrique Meneses (80).

Juana, cuenta que viene "hace muchísimos años, porque yo hice una Primera Comunión un 8 de diciembre. Antes venía con unas amigas, que poco a poco me fueron dejando en el camino, y después me empezó a acompañar mi marido, con quien vengo todos los años", relata.

"Nosotros hace unos cuarenta, cincuenta años... Es un ritual que tenemos con mi señora", añade Enrique.

Para Juana Aravena, venir al Santuario Lo Vásquez significa "agradecer... Agradecer a la Virgen por todo lo que nos ha dado durante el año. Mi manda es venir todos los años, mientras siga teniendo la fuerza para hacerlo".

Finalmente, la mujer desea que para el próximo año "volvamos a reencontrarnos los chilenos y volvamos a ser el buen país que teníamos", concluye.

Nacidas 8 de diciembre

La familia Zapata Loyola, fue una de las encargadas de poner la cuota porteña en el Santuario de Lo Vásquez. "Todos los años venimos con mis hijas y mi mamá", cuenta María Isabel Loyola.

Sin embargo, más allá de su fe, las Zapata-Loyola estarán para siempre ligadas al Día de la Inmaculada Concepción, por una singular razón. Y es que aunque parezca increíble, dos de sus integrantes nacieron el mismo día que se celebra a la Virgen: mientras Florencia Zapata nació el 8 de diciembre de 2000, Gabriela Zapata -su hermana- lo hizo el 8 de diciembre del 2001.

"Mi familia es bien creyente y nos han traspasado esa fe a nosotros. Es una experiencia súper linda", señala Florencia.

María Isabel, madre de Florencia y Gabriela, no pone en duda su compromiso con la Virgen de Lo Vásquez: "Cada cosa que le he pedido a la virgencita me lo ha dado... Es imposible no creer en ella. Cada vez que podemos, venimos a verla", concluye.

"Mi hijo tuvo una operación y todo le salió bien. Hasta que me tengan con vida, yo voy a venir a verla en su día".

Zunilda Vargas, sanantonina.