Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso

Nueve días restan para que todos los relojes de nuestro país deban ajustar nuevamente sus manillas. El próximo sábado 1 de abril, a las 00.00 horas, las agujas del reloj deberán atrasarse 60 minutos, dando paso al horario de invierno.

Si bien la medida rige desde hace varias décadas en el país, el debate sobre los efectos de la modificación horaria en la salud de los chilenos ha sido constante, siendo esta motivo de críticas por parte de especialistas y la propia ciudadanía. Cuestionamientos que este año no solo quedaron en la discusión, sino que llegaron directamente hasta la puerta de La Moneda.

Carta al presidente

A través de una misiva enviada hasta el palacio presidencial, el doctor Patricio Mardónez, presidente de la Red Nacional de Salud, hizo un llamado al mandatario Gabriel Boric a terminar el ajuste horario, argumentando que este tendría efectos nocivos en la salud de los chilenos.

"El ritmo circadiano es un tema que se tarda más de 45 días en regularse. Eso quiere decir que un paciente al que tú le quitas una hora de sueño diariamente, surgen fenómenos acumulativos de fatiga y cansancio, en el que recién después de más de un mes el paciente vuelve a la normalidad", arguye.

"Los especialistas han expresado la importancia del reloj biológico en las personas y, en este contexto, la tarea de respetar los ciclos de sueño-vigilia. Un cambio brusco en el orden de las horas de luz y oscuridad pueden ser detonantes de fatiga, somnolencia y hasta cuadros de ansiedad", agrega el médico anestesista, de dilatada trayectoria.

Además, según explica Mardónez, la modificación semestral del horario puede afectar a los niveles de concentración y productividad, tanto en el trabajo como en los estudios.

En esta misma línea, la Dra. Berta Altamirano, neuróloga de la Clínica Los Carrera, explica que "lo que vemos al suprimir una hora del sueño o aumentarla, es que muchas veces el hábito del sueño no se acopla inmediatamente. Entonces, puede generar somnolencia diurna, cuadros de ansiedad, fatiga, irritabilidad y distimia, que es el trastorno del ánimo", detalla la especialista.

"Una hora va a disrumpir en muchas personas que les cueste generar un hábito sano para dormir, porque además en la sociedad actual es normal dormir menos, creyendo que uno es más productivo. Pero eso no es real", precisa.

En tanto, el Dr. John Ewer, neurobiólogo e investigador del CINV de la Universidad de Valparaíso, apunta particularmente al cambio de hora del mes de septiembre: "El cambio al horario de la primavera es el que causa problemas de salud. Eso está super documentado en el resto del mundo. Con este horario se duerme una hora menos, lo que tiene efectos en la salud, más aún en la sociedad chilena, que tiene una deuda de sueño grande", explica el doctor, quien afirma además que la falta de sueño aumenta las probabilidades de sufrir un infarto.

PROPONEn MESA TÉCNICA

Si bien el Dr. Patricio Mardónez es tajante en que se debe dar cese al cambio horario -siguiendo el ejemplo de países europeos- el médico sugiere, en la carta enviada al Presidente de la República, la instalación de un equipo técnico que estudie y evalúe la aplicación de la medida: "Lo que nosotros estamos pidiendo al Gobierno es que se haga una mesa de trabajo seria, con un estudio multifactorial, en el cual desde el punto de vista laboral, pedagógico y de salud mental, vean si es pertinente continuar con el cambio de horario".

"Cabe destacar que Chile es uno de los países a nivel latinoamericano que consume más antidepresivos. Si tenemos una salud mental en crisis, y el mes de marzo, que es tremendamente complicado para las personas, genera niveles importantes de estrés, ¿para qué generar un segundo estrés en la segunda semana de abril? Nosotros sostenemos que el cambio de horario no genera resultados concluyentes y así se ha demostrado en Europa", sostiene firmemente.

Visión, con la que coincide el Dr. Alonso Quijada, neurólogo del sueño y académico de la U. de Chile: "La Sociedad Chilena de Medicina del Sueño sugiere evaluar por un periodo mínimo de 4 años la mantención permanente del huso horario natural que le corresponde a Chile según su meridiano, es decir, UTC-4 u 'horario de invierno'. Evitar los cambios de horario al menos en las regiones no extremas del país es una idea con la que concuerdo", cerró.

80% de los chilenos no duerme entre las 7 y las 9 horas recomendadas, según SOCHIMES.