Placillanos pasan apuros por escasez de transporte público
Problema histórico para quienes viven en la localidad muestra su cara más difícil por las noches. Incluso adultos mayores y niños tienen largas esperas con el frío como compañero.
Mirian Mondaca Herrera - La Estella de Valparaíso
Filas interminables, con paraderos que a medida que llega la noche se empiezan a repletar de personas que -cansadas y con frío- solo quieren regresar a casa después de una larga jornada de trabajo o estudio, es el panorama que se observa en diferentes puntos del plan de Valparaíso.
Si bien los problemas en el transporte público no son exclusivos de un solo sector - pregúntenle a los vecinos de la Parcela 11 en Forestal - existen lugares como Placilla de Peñuelas, que por su distancia y su explosivo crecimiento poblacional, exhibe serios inconvenientes, los que incluso pueden catalogarse de históricos.
Placilla siempre ha tenido estas dificultades y así lo reconoce el presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo de Placilla de Peñuelas, Rubén Meza, quien remarca que "ha sido toda la vida malo" y hasta recordó que en el pasado el primer microbús fue impulsado por los propios habitantes de la localidad, quienes transformaron un camión para esos fines.
Aquellas dificultades iniciales aumentaron con el notorio incremento de la población, sobre todo en las últimas tres décadas.
"En los últimos 30 años ha sido una pelea constante. De 8 mil habitantes, después pasamos a ser 15 mil cuando se fundó el barrio de Fundadores de Curauma (...)". Con aquel significativo aumento de la población en el lugar los microbuses empezaron a no dar abasto y ver máquinas llenas, incluso con pasajeros sin poder subir, se volvió algo más recurrente.Si el problema ya era complejo, aquello se hizo más evidente hace cerca de seis meses, lamenta Meza, cuando se suprimieron tres de los 6 recorridos de microbuses que entregaban servicio entre Placilla y el centro de Valparaíso, y viceversa. Así, hoy solo quedan tres, los cuales acusan, no estarían funcionando con la frecuencia que debiese: "Suspendieron a una de las líneas y se suponía que iban a ser repuestas en un par de meses y mientras tanto las iba a completar la otra empresa que quedó y eso nunca fue así. Al contrario, nos acostumbraron a los placillanos a andar como animales arriba de las micros y esperar horas", sostiene el dirigente, junto con asegurar que ningún Gobierno habría hecho esfuerzos para mejorar el transporte, lo que incluye también la falta de una eficaz fiscalización, ya que acusa que las empresas no estarían respetando las frecuencias establecidas en los contratos.
Estos factores llevan inevitablemente a que quienes están obligados a esperar locomoción colectiva hasta por una hora para regresar a su hogar vean afectada su calidad de vida, acusa el dirigente. Otros, deben pagar altas cifras para que algún chofer de aplicación los lleve de regreso a Placilla.
Si las dificultades afectan lo cotidiano, ni hablar de los espacios de esparcimiento, que parecen estar vedados para los placillanos.
"Para mí es estar en un toque de queda, porque si yo bajo a Valparaíso sé que a las 5 o 6 de la tarde tengo que venirme porque después tengo que gastar 6 mil o 10 mil pesos para que me traigan (...) Uno tiene derecho también a disfrutar, a salir, a ir a un restaurante, a comer, a cenar en la noche, o ir a ver una obra de teatro, a un espectáculo, pero no puedo porque no tengo cómo regresar", lamenta.
Consultado por este problema,el seremi de Transportes, Benigno Retamal reconoció que durante los últimos años en Placilla se ha producido un aumento importante de la demanda por transporte público, que es necesaria satisfacer, lo que forma parte de los impactos generados por el rápido desarrollo inmobiliario que se concentró en esa zona.
En ese contexto, el seremi detalló que "como Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones estamos financiando un estudio de gestión de tránsito que ya está siendo desarrollado a través de Serviu regional y que va permitir contar con bases técnicas para realizar proyectos de mejoramiento vial".
Para cubrir la demanda de transporte público, tanto en Placilla como en otros sectores del Gran Valparaíso, Retamal indicó que se está trabajando en un plan de fortalecimiento de los servicios de buses, que va a significar la puesta en marcha de nuevos contratos. Estos se irán incorporando paulatinamente en los próximos meses, aseguró, aunque sin entregar alguna fecha estimada para esta localidad en particular.
Al mismo tiempo, como medidas de corto plazo, el seremi aseguró que "logramos coordinar con los actuales operadores la inyección de servicios cortos en horarios punta, lo que ha permitido aliviar la demanda en esas horas. Sin embargo, en el resto del día, especialmente en horario nocturno, la cobertura sigue siendo insuficiente. Por eso, ya estamos avanzando en la próxima puesta en marcha de contratos que nos permitan cubrir de mejor forma esa demanda".
Este plan de fortalecimiento se está desarrollando mientras se avanza, en paralelo, en las bases para la nueva licitación del transporte público del Gran Valparaíso, con el cual se espera mejorar los estándares del servicio y que se pondrá en marcha en 2025.
6 mil y hasta 10 mil pesos puede costar un viaje en vehículo de aplicación desde Valparaíso a Placilla.