No una vez, sino varias veces les ha pasado, a animadores de TV, noticiarios y comentaristas deportivos, que emiten particulares comentarios, que nunca, pero que nunca los harían, si hubieran sabido que los micrófonos seguían abiertos...

Y son duras críticas sin anestesia, frases al voleo, "ramilletes" de garabatos, expresiones muy chilenas (como cuando usted se martilla un dedo), etcétera...

Para decirlo en simple, lo anterior demuestra que mientras la luz roja, que indica que están "ON AIR" está encendida, todo lo que dicen o actúan los panelistas, en general, se desarrolla según la última edición del "Manual de Carreño", algo así como... "Hable usted", "No por favor después de usted" (un saludo al profesor Jirafales), pero cuando la luz se apaga, comienza lo que todos, los espectadores nunca nos enteramos, lo que de verdad piensa Zutano de Perengano, o lo que le molesta a Mengano de Fulana, etcétera..., salvo que ocurra, por ejemplo, lo que le pasó a Fernando Solabarrieta y sus socios de panel, cuando critican a Isidora Jiménez, tras no ganar medalla en los 200 metros planos, y solo porque suponían que los micrófonos estaban cerrados, porque de lo contrario, nos habríamos quedado con el Fernando Solabarrieta, ese que emocionó a Chile en los Juegos Olímpicos de Grecia con la medalla de Massú...

¿Qué será mejor, qué prefiere usted?

Que siempre digan lo que piensan, que sean ellos de verdad, en las duras y las maduras, y no se muestren "acartonados" o simplemente prefiere, que sean buenos "actores", que tienen aprendida la lección de "medirse" en lo que dicen, para no quedar mal con nadie...

¿No le ha pasado a usted, algo parecido, cuando cree haber cortado una llamada telefónica, y dice algo "indebido", pero la comunicación seguía abierta?

Luis Enrique Soler Milla

Actualmente hay un gran desequilibrio en el sector inmobiliario. Por un lado, hay una oferta acumulada cercana a las 115 mil unidades. Por otro lado, el déficit habitacional se ha profundizado drásticamente en la clase media. El número de hogares de este grupo que vive de allegado por dificultades económicas creció 165% en los últimos tres años, según últimos datos de la CChC.

Ante esta situación, el ministro Montes nuevamente actuó con celeridad, impulsando un nuevo beneficio que fortalece el Plan de Emergencia Habitacional: un incentivo tributario para compra de viviendas nuevas.

Sin embargo, este proyecto -pensado para la clase media- queda algo cojo. Uno de sus objetivos es impulsar la venta con entrega inmediata y, según lo que hemos corroborado en nuestros estudios, la mayoría de las personas interesadas en comprar, no cuenta con ahorros para acceder a una vivienda (en el Q3, 70% de encuestados tenía menos del 10% o nada ahorrado para el pie) uno de los principales requisitos para comprar una propiedad con las características que apunta la iniciativa.

Bajo este contexto, el incentivo no resolvería el problema de fondo que está impidiendo la venta de unidades terminadas: la falta de ahorro y liquidez, producto del empobrecimiento de las familias.

Sergio Barros

director ejecutivo

Enlace Inmobiliario