Estos últimos meses que han sido complejos para todos y todas, me han permitido reflexionar mucho sobre mi rol en esta sociedad como Profesora y Mujer. Siempre he pensado que la Educación es la mejor herramienta para mejorar el mundo (a pesar que esto último pueda sonar muy utópico), y por eso que me gusta trabajar en este rubro. Así como también soy inmensamente feliz de ser mujer con pensamiento crítico, con voz fuerte pero a la vez con la capacidad de escuchar a todos y a todas.
Es posible que los Hombres que lean estas líneas se puedan sentir ofendidos, no es mi idea para nada, sino que todo lo contrario; soy una convencida que nuestro género (biológico y social) es algo que nos debe identificar y hacernos sentir orgullosos libres y lo más importante felices.
Luego de esta reflexión quiero manifestar una situación que considero compleja e injusta, en el día de ayer (martes 17 de diciembre) cuatro mujeres profesoras (incluyéndome) de excelente calidad profesional y personal fuimos desvinculadas, la razón propuesta fue el término de nuestro contrato a plazo fijo; pero si pensamos más allá y lo asociamos al contexto actual ¿fue realmente esa la causa? Pienso enfáticamente que no, pienso que no quisieron trabajar con nuestra postura de creatividad, compromiso y respeto por todas y todos; que les dimos miedo por el apoyo constante recibido por nuestras estudiantes en nuestra forma de pensar y actuar. El establecimiento es el Colegio San Antonio de Villa Alemana y no tengo miedo de escribir su nombre, pues fue una institución que nos dio trabajo pero no nos permitió expresarnos y seguir trabajando en este camino complejo y maravilloso de la educación y del ROL de la mujer dentro de éste.
María Fernanda Lara Aspillaga