Luna di Mauri: transformista de Viña del Mar busca ser concejal
Marcelo Ramírez lleva 30 años viviendo en la ciudad jardín y se ha hecho conocido por su personaje que viste de mujer y canta como Palmenia Pizarro. Como militante del Partido Humanista, quiere llegar a la municipalidad.
Alex Dixon Fajardo - La Estrella de Valparaíso
Marcelo Ramírez decidió convertirse hace ya más de 20 años, en cantante transformista, actividad que lo ha convertido en un personaje conocido en Viña del Mar y también a nivel nacional, luego de su participación en un programa de Mega. Pero hoy es noticia porque decidió ser candidato a concejal.
Marcelo llegó a Viña del Mar a fines del año '89, donde vivió cerca de 10 años con su esposa y sus dos hijos. Todo iba normal hasta que en 1998, la vida de su familia daría un lamentable giro, ya que su hijo mayor falleció producto de la enfermedad de Niemann-Pick.
"La enfermedad que tuvo mi hijo, provocaba que el cuerpo no liberara bien las toxinas, las que luego subían al cerebro, generando daño neurológico y orgánico. Así estuvo entre los 5 y los 7 años, hasta que falleció" explica Marcelo Ramírez.
La ausencia del hijo afectó profundamente a la familia, provocando la disolución del matrimonio.
Es en ese momento en que Ramírez toma la decisión de revelarse tal como es y se declara homosexual, causando un gran impacto en sus cercanos. En ese período, Marcelo era también pastor evangélico, y tuvo que dimitir de su cargo tras dar a conocer su condición.
"Eso fue para mí salir del clóset como dicen, y poder llevar la vida que quería. Pude liberarme y decirle a la sociedad que yo era homosexual", recuerda.
Así, comenzó su nueva vida en la que además de trabajar como administrativo en una clínica, también dedicaba gran parte de su vida a ser un artista callejero, como cantante transformista. Con su personaje, Luna di Mauri, participó en el programa "Yo Soy" imitando a la cantante Palmenia Pizarro, logrando ser reconocida por su imitación.
Pastor evangélico
Marcelo Ramírez nació el año 1968 en Talcahuano. Allí creció bajo el techo de una iglesia evangélica.
"Por un tema de vocación, a mí me gustaba mucho andar en la calle predicando, hablarle a las personas del Señor. Yo creo que por ver lo que hacía mi papá", explica Ramírez, haciendo referencia a su padre, que fue obispo evangélico.
"Dado que tuve algunas responsabilidades en la iglesia, como ser profesor, ser jefe de coro, diácono, sentí también el llamado de ser pastor, y fui ungido como tal el año 1989", señala Ramírez.
Su pastorado duró hasta mediados del año '99, cuando decide dar a conocer su orientación sexual. Allí es cuando le indican que debe dejar el pastorado.
"Recibí el desprecio de la gente, de mi familia. Los evangélicos nos tachan de demonios, y que tenemos que irnos al infierno. Aunque sé que no todos los cristianos piensan así. Fue un momento bastante fuerte para mí, y creo que para ellos también. Hay que entender que si te ven en una imagen espiritual, y al otro día les dices que eres gay, se les cae el mundo. Pero con los años, esas mismas personas ahora me abrazan, y he estado en iglesias donde he recibido mucho amor, cariño y respeto".
Para el expastor evangélico, la fe en Dios sigue siendo algo central en su vida. Marcelo se considera una persona cristiana y afirma que "nada ni nadie me apartará de este amor tan maravilloso que yo siento por Dios".
Candidatura
Ramírez cuenta que un día lo contactaron desde el Partido Humanista, partido del cual ahora es militante, para proponerle ser candidato a concejal, tras ver la activa labor social que desarrolla como Luna di Mauri.
El actual candidato ha sido conocido por estar siempre ayudando a sus vecinos, de forma anónima y desde sus redes sociales. Colaborando con una actuación de Luna di Mauri, para un show a beneficio, o ayudando a conseguir camas o implementos a vecinos en situación de necesidad.
Antes de decidir ser candidato, Marcelo lo habló con su familia, ya que en los últimos años vive en el mismo sector que su exesposa, con la que mantienen un vínculo de amistad, y también lo habló con su hija, ya adulta.
Tras meditarlo, el viñamarino decidió representar a los cerros en la disputa por un escaño municipal.
El candidato plantea que además de fiscalizar el uso de los dineros, espera también, desde su posición, poder ayudar a más personas. "No podemos decir que el municipio ha hecho todo malo, han hecho cosas favorables, el problema es que no ha favorecido a todos, sino a un grupo de ciudadanos. Viña del Mar somos los cerros, los indigentes, la parte bonita, los niños y la diversidad sexual".
Ramírez agrega que "la municipalidad trabajó para hermosear y beneficiar ciertos sectores, a costa de postergar otros. La gestión municipal no ha sido la mejor y la gente se siente abandonada. Hace falta un cambio. Yo no voy a abogar por las personas de la diversidad sexual, yo quiero abogar por todos. Quiero ser un concejal para todo Viña del Mar".